Su historia

NOELIA

- Os agradezco lo que hacéis chicas. Pero en este momento quiero dejar la mente en blanco-
Miría y Ester me miraban con cara preocupada
- No hagas ninguna tontería-
- No Ester, no quiero hacer ninguna tontería. Es solo... no sé si lo comprendieseis... -
- Cuentanoslo, y veremos si podemos comprenderlo- Miriam se ponía seria. No me extrañaba que lo hiciera
Resople hacia arriba mientras me imaginaba como podía haber sido la situación planteada de otra forma, en otro momento... o con otra persona
- Lo odio, lo odia con todas mis fuerzas. Me hizo un daño que no sé si he podido superarlo en estos años. Soy fuerte, tengo carácter- las dos asentían a lo que decía, mientras yo no dejaba de caminar por la habitación- Cuando se fue note que no lo era tanto, que necesitaba tenerlo cerca. Cuando por fin me rehice paso lo del accidente y note como mi paz se iba creyendo que se iba, me dolía peor lo asumía. Asumía por fin el “fin” de todo lo que había pasado. Creía que lo había perdido, sabia que así no había posibilidad de que volviera a mi vida. Pero volvió y ahora... esta aquí. En Valencia...
Ester y Miriam me miraron sin decirme nada
- ¿qué piensas hacer Noe? ¿Qué tienes en la cabeza?-
Las mire sabia que estaban allí para cualquier cosa que pudiera pedirles
- De momento necesito tomar el aire, no haré nada estúpido tranquilas es solo que. -
- Tranquila, ya sabes donde encontrarnos- dijo Ester

Mi "Déjà vu"

No era el momento de esperar a que algo sucediera. Era el momento de ponerme en acción. La mujer de mi vida se casaba en apenas 7 idas. No podía ni quería esperar más. Dejando a mi amigo David con la palabra me dirigí a su casa. Una parte de mi tenia miedo tanto si decía que si como si decía que no. De cómo su aprobación o su desaprobación podía definitivamente cambiar el curso de mi vida, de su vida de la de Fran...
Estoy reduciendo la marcha. ¿Tengo miedo? ¿Otra vez? O es que también me duele el daño que pueda causar. Tengo la sensación de estar reviviendo mi vida
Tengo derecho a ser feliz y que Noe lo sepa todo, que sepa lo que siento para poder tomar una decisión acertada. Si aun trabajara en la fundí esto me ascendería a numero 1 de los hombres de Miguel. Sin pensarlo me plantado delante de su casa, quiero llamar... la mano me tiembla. Buff Necesito un minuto para pensar en que hacer en que decir. Voy a sentarme porque estoy hasta mareado. No sé que hacer.

Mi valor "guión" egoismo

-¿no crees que es ya tarde?-
David me preguntaba eso mientras yo aun sostenía la foto aun entre mis manos
- Quizá,... pero no quiero pasar el resto de mi vida pensando en que pasaría si le hubiera dicho que aun l necesito
David se sentó a mi lado
- Tio, ya sabes que no soy de muchas palabrerías, pero a veces las cosas están bien como están y aunque quieras cambiarlas... quizá no deberías aunque pudieras
Me levante de la cama abrí la puerta del armario
- David, quizás no tenga derecho pero no hay nada imposible-
Mientras le respondía a mi amigo tiraba mi antigua muleta al suelo

Su historia

NOELIA

-Encantado-
-Encantada-
Al instante de las presentaciones el chico volvió con su amigo y yo volví con mí tete
-¿qué pasa niña?- me pregunto mi tete Llamas
Me quede mirándole a él y volví la vista hasta Jaime, el chico que me había presentado
- Nada, nada, es que ya lo conocía del Colegio, además he jugado mucho en la puerta de su patio con una amiga mía que es vecina suya
Llamas me miro con picardía
- Jodia... lo que te jode es que no se acuerde ti-
Que cabrón que era Llamas, pero era verdad y más que el no me conocía nadie por lo tanto no podía engañarle. Pero en verdad quien se puede acordar de una niña. Nadie
La noche seguía como siempre. Pegándome mis bailes con mis amigas, con Llamas... pero no le perdía ojo a Jaime. El cual era bastante gracioso ver como unas mujeres mayores no paraban de seguirle los movimientos
Casi sin darme cuenta la noche pasaba y vi como Jaime y su amigo se acercaban a hablar con Llamas y hacerse fotos con él. Menuda panda
-Oye-
No me di cuenta pero Jaime se dirigía a mí
- ¿Noelia?-
Como me jode que me llamen por el nombre completo
- Dime, dime... - le conteste a Jaime
Vi como le daba la cámara a su amigo que le acompañaba esa noche. Jaime se arrimaba a mí para hacerse una foto conmigo. Yo le gustaba no había duda. Pero su forma de tratarme... era diferente a los demás. O solo lo quería aparentar
-¿te haces una foto conmigo chica del colón?-
Como puede ser que se acordara de mí, como podía sentir ahora nervios mientras me hacia una foto con él, cuando me he hecho mil fotos con mil personas... él es diferente


-¿Por qué te acuerdas de él ahora?
- No lo sé Miriam, no lo sé. Sencillamente lo he visto en casa de Olympia... y he pensado en él. Pero nada más-
Ester y Miriam se miraron...
- Déjate de tonterías y vayamos a lo que realmente importa... ¿a quien quieres en tu despedida de soltera?

Mi recuerdo

-¿Y aquellas Galán?-
Rober observaba el grupo de chicas que teníamos a escasos metros
- No sé tío, pero veo mucha calabaza por ahí cerca- contesto mi amigo
La verdad es que sí. El grupo a que me refería era un grupo de Diosas, que tanto ellas como nosotros sabíamos que jugábamos en diferentes ligas
La verdad que Rober y yo como pareja de ligue o de caza, como prefiera contarse, éramos un buen equipo. Si no por una cosa o por otra... cada noche era recordada. Y no precisamente por las cazas que hacíamos.
- ¿Ey tíos que hacéis por aquí?
Como siempre aparecía de la nada. Era Llamas o Fran o Fran Llamas. Siempre aparecía y desaparecia en la discoteca donde fuéramos. No habíamos quedado esa noche con él... pero él estaba allí.
- Pues nada Llamas, aquí veníamos por si había algo interesante lo que llevarse a la boca-
Los tres nos reíamos, pero nadie soltaba el cubata de la mano. Eso nunca
- Pues yo he venido con unos colegas-
Los amigos de Llamas estaban en grupo, cerca de él. Había varios chicos y varias chicas en ese grupo.
Una de las cuales en un momento de entre risas y cotilleos con las amigas dirigió su mirada a mí. Para mí eso era sinónimo de que tenia que acercarme a ella. Como un valiente tome la iniciativa
- Llamas por favor preséntame a esa chica- que cobarde
-¿A quien?- me pregunto mi borracho amigo
-A esa a esa-
- Espera terroncito- Llamas siempre me llamaba así era como su “cari”. Pero sin mariconadas... al menos no muchas
Vi como se acercaba a ella, mientras Rober se acerco a mí
- ¿ya?- me pregunto
- No que va tío, es preciosa y la conozco de toda la vida, pero no sé su nombre
Rober me dejo espacio para mi presentación, mientras Llamas se acercó con la chica mencionada
-A ver Jaime esta es mi amiga Noe... Noe este es mi amigo Jaime-
-Encantado-
- Encantada



Madre mía, cada vez que veo esta foto me acuerdo de cómo la conocí y aun el bello se me pone de punta. ¿Habré llegado tarde?

Mi primera foto

De nuevo llegaba a casa con la convicción de que algo había cambiado. Entre en la habitación y rebusque entre la maleta de Hombre de Miguel (nunca lo olvidare) y entre los bolsillos encontré lo que buscaba.
- ¿Qué haces tío? ¿Sales a tomar algo?-
David había irrumpido en la habitación, como siempre hace sin avisar. Sin invitarle ya lo tenia fisgando a mi lado
-¿Qué quieres pesado?- Nuestro amor siempre a sido incondicional
David empezó a observar que tenia un sobre entre las manos, me imagino que la curiosidad le mataría pero se comportó, por una vez
- Bueno te dejo ahí con tus cosas, si quieres apuntarte llámame-
-Vale-
Me senté en la cama mientras oía como David cerraba la puerta de casa. No se como pero una sonrisa se me había dibujado en mi rostro. ¿Quizá el recuperar a mi amiga? No, me encanta tenerla ahí de nuevo saber que puedo contar con ella... Me pregunto que sentía por Noe, y ahora después de todo este tiempo me dado cuenta que no he podido olvidarla y quizá, muy pequeña, pero existe una esperanza y no me voy a rendir.
Del sobre que tenia en mis manos saco una foto... podría ser una foto cualquiera... podría ser un mero recuerdo... es nuestra primera foto juntos...

Mi esperanza

Muchas veces había tenido esta misma sensación, como alguien me ahogara, no me dejara respirar... con la mirada en blanco me senté en la primera silla que pude encontrar.
La había perdido para siempre... para siempre. En mi mirada perdida se cruzo Olympia, que al pesar de estar delante de mí no podía ni tan siquiera prestarle atención.
Cuando me di cuenta de que estaba allí, ella ya estaba abrazada a mí... a lo que respondí devolviéndole el abrazo, había tenido momentos muy difíciles durante tanto tiempo, pero jamás pense que a ella terminaría perdiéndola...
- Quizá es hora de seguir adelante Jaime, quizá es hora de saber porque has vuelto-
Olympia se aparto momentáneamente de mi lado
- ¿Por qué volviste?
Me quedé callado mirándola, ¿hice bien en volver? Mientras me lo preguntaba una y otra vez en mi mente
- No lo sé, no lo sé- me levante de la silla, no sabia que hacer en ese momento, ni donde ir
- Piensa con calma tu siguiente movimiento- me dijo mi amiga
Comencé a andar hacia la puerta, intentando poner todo en su sitio
- Gracias Olympia, gracias por seguir estando ahí-
Ella me sonreía mientras me veía alejarme por el pasillo
- Nunca he dejado de estarlo-
Le dedique una sonrisa, se la merecía, por todo
-Jaime-
Deje la puerta abierta mientras me giraba para saber que quería
- Ella no se separo de ti ni un momento en el hospital-
Mientras cerraba la puerta un activismo de esperanza resoplaba sobre mí... ¿podría recuperarla?

Mis disculpas

Ya llevábamos varios minutos sentados alrededor de una mesa Olympia y yo.
- No se como empezar-
- Quizá por le principio Jaime-
Son tantas cosas que quizá lo mejor era poner la mente y blanco y ver como se empezaba a llenar la cabeza que era lo primero que me pasa por ella
- No debí dejarte la responsabilidad de despedirte de Noe de mi parte-
-Más- note como exigía
- Debí prestar atención quizas a los momentos, no era el momento apropiado quizás para hacer eso y dejar tirados a todos
En ese instante la mire, noto como no me quitaba ojo de encima
- No debí dejarte como te deje-
Olympia se levanto de la silla y se acerco a mí hasta que estuvo a mi altura
- No es a mí a la que dejaste-
Lo sabia pero de cierta forma también me sentía así con mi amiga
- Jaime... ¿te puedo preguntar algo?- me lo dijo mientras se alejaba de la mesa hacia la mesita del comedor que la tenia justo al lado
- Claro claro lo que sea-
En ese momento tenia un sobre entre las manos y lo meneaba entre ellas, la note en ese momento nerviosa
- ¿Todavía quieres a Noe?-
Que pregunta más difícil, tanto pensar en recuperar a toda mi gente y en verdad no sé dónde quiero tener a Noe, no me lo he planteado
- En verdad, nunca he dejado de pensar en ella-
Note como Olympia respiraba profundamente, e incluso la note triste en ese momento mientras no dejaba de dar vueltas a un sobre que tenia en las manos
- Lo siento-
En esos momentos me acerco el sobre a mí para que lo abriera... ¿qué podía sentir ella? ¿Qué contenía este sobre?
“Estimados amigos y familia, estamos de enhorabuena por fin damos el paso. Fran y yo vamos a unirnos en...”
- Oh no... no puede ser-

Mis dos frentes

Cuantas canciones podía componer de este momento, cuantas historias he escrito para llegar hasta aquí y tener frente a mi todo lo que temo y amaba a la vez. Nos encontramos en una boda y en el entierro de mi primo, nos hemos visto dos veces en estos últimos años y aun siento que mi conciencia no esta tranquila
-¿cómo va la pierna?-
Su primera pregunta me hizo aun más recordar todo lo pasado pero mi recuperación iba muy bien, prácticamente la muleta y bastón que eran mis acompañantes diarios ya no los gastaba cuanto apenas.
- Bien, prácticamente recuperado-
Deseaba que me tragara la tierra, pero por más que lo intentaba no conseguía que me engullera
-¿Quién es Noe?
Si era difícil enfretarme a Noe o a Olympia a solas peor era la situación que tenia enfrente de mí, quizá las dos personas que más quiero frente a mí, y con no muy buenas opiniones de mí
- ¿Jaime? ¿Qué haces aquí?- me pregunto – Olympia
- Queria hablar contigo, pero no pasa nada vuelto otro día, tranquila
- No déjalo, yo me voy ya. No pasa nada. Olympia en otro momento hablamos ¿vale?
Me sabia mal esta situación, pero ella se me había adelantado a lo de irse
- Si tranquila Noe, ya nos llamamos
Yo aún estaba fuera de la casa cuando Noe salía con sus cosas de la casa de mi amiga, ver como se marchaba sin más, sin nada más. ¿me habría perdonado? ¿Oh habría olvidado?

Mi mente en blanco

Me ponía nervioso ver a una amiga... que triste. Olympia siempre a sido para mí como una hermana pequeña, el tiempo nos separo pero siempre algo nos mantenía unidos. La amistad perdura siempre dicen... pero el día que me marche ella fue la persona que sufrió mi marcha, la que sufrió él tener que decírselo a Noe... la que sufrió el que yo hubiera vuelto sin decirle nada a ella.
Seguramente esto no serviría para paliar todo eso. Pero cuando la vi en la boda...
“ -¿Que haces aquí?- me pregunto ella un poco seria
- Rubén me invito, y no pude decirle que no
-¿No pensaste ni un momento en el daño que has hecho o podrías haber hecho volviendo aquí?-
- Créeme lo pensé, pero ella ha pasado página y creo que…
- Y los demás Jaime- me interrumpió ella- que pasa con todos los que dejaste aquí sin decirles nada
Agaché la cabeza, no tenía nada que decir
- Tu te fuiste…nadie supo responder al porque... y ¿sabes que más? Yo estuve con Noe cuando tu debías haberla recogido, yo fui quien hablo con ella- note como Olympia se emocionaba- me dejaste tirada…creía que era una hermana para ti…tú eras como un hermano para mí”
No sé que decirle cuando abra la puerta la verdad pero bueno...
- Jaime...
- ... No... Noe Hola-
No tenia palabras ella también se había quedado en blanco...

Su historia

Noelia

- Que sorpresa-
Mire Olympia al entrar para nada se esperaba mi visita en ese momento
- ¿qué es de tu vida?-
- Pues veras venia a darte esto -
Note a Olympia nerviosa mientras escarbaba en mi bolsa, que manía es un bolso grande y lo llenas, es pequeño y también lo llenas, los hombres jamás nos entenderán
- Venia a darte esto- le comente a Olympia mientras le daba el sobre en mano
Olympia me miro aguantaba la mirada mientras habría el sobre
“Estimados amigos y familia, estamos de enhorabuena por fin damos el paso. Fran y yo vamos a unirnos en matrimonio... ”
- ¿os casáis?-
No se como quería sonar eso a pregunta a respuesta de felicidad
- Ehms... si nos casamos dentro de tres meses. En la iglesia de Benetusser donde viven mis padres
- No sé que decir Noe, me alegro mucho por vosotros de verdad-
Nunca he comprendido a esta chica es feliz tanto como si uno se casa como si le dan propina en la Iguana. Siempre feliz...
- Agradezco de verdad tu invitación e iré encantada-
- Gracias Olympia-
Hace años me reiría en la cara de quien me dijera que estaría o con Olympia a solas... o invitándola a mi boda. Pero han cambiado tantas cosas y lo he pasado tan mal en este tiempo... y la encontré a ella a mi lado sin esperarlo ni pedirlo
-¿quieres algo?-
- Bueno si tienes una coca cola no te diría que no... que cae una
- Ahora enseguida la traigo i hablamos de la despedida- salió corriendo hacia la cocina
Que manía Boda = despedida... pero si yo no quiero que luego lo paso mal... que vergüenza... bueno... ups el timbre
- Olympia el timbre -
- Abre tu... seguramente será mi amiga Sara dile que entre-
Estas manías de esta chica de confiar de todo el mundo... en fin
-Voy-

Mi valor

En verdad no sabia si estaba bien lo que hacia, pero nadie mas que yo necesitaba dar ese paso. Si lo volvía a pensar quizá me echara hacia atrás, por eso puse la mente en blanco e intentando saber que decir cuando me abrieran la puerta, o como reaccionaria al verme. Rober siempre ha sido una persona cabezota... pero siempre a dado la oportunidad de redimirse a quien lo buscara, pero ella... no se si lo hará. Ni siquiera sé si querrá abrirme la puerta. Curioso que ahora estemos a escasos días de mi cumpleaños... ¿una señal?
Sin querer darme cuenta ya estaba frente a su puerta, intento no tener miedo a su reaccionar...pero si me diera la oportunidad de explicarme...bueno voy a llamar
-Voy-
A llegado el momento

Mi momento

¿Que quizás mi vida había cambiado?...si es posible. ¿Que no era el mismo que se marcho de este lugar?... también es posible. Me he equivocado mil veces en mi vida... y quizás son pocas las que cuento.
Pero él echo de que este aquí, sentado al lado de mi amigo Rober, hace que me dé cuenta de que hay cosas que nunca cambian, que la gente importante sigue estando allí donde tu estés. Siempre estarás unido a ellos. Quizá llego el momento...
- ¿qué harás ahora Jaime?- me pregunto Rober, mientras Ester permanecía atenta a mi contestación
- Llegó el momento de cambiar las cosas-